21/10/07

"Cuarenta y cuatro" (Alejandro)

Nacido en Buenos Aires allá por el 63. Mientras Kennedy esperaba el disparo que acababa con el sueño de un mundo distinto. Los vietnamitas de la mano de Ho Chi Minh se preparaban para demostrarle al mundo que cuando se defiende realmente algo propio, se puede vencer a cualquier potencia invasora. Y cuatro jóvenes de Liverpool comenzaban a cambiar al mundo a través de su música, esa que se escuchará por siempre.
Desde no se realmente cuando, empecé a tocar una guitarra que mi hermana tenía y que me acompañó hasta que mi viejo me regaló, allá por el 79', la primera "eléctrica" , para enchufarla y no dejar de amarla hasta hoy.
También desde chico escribía cuentos, canciones y poesías que por suerte allá por los 90' pude plasmar en distintas revistas y libros.
Y llego hoy, a lo que creo mis dos tercios de vida, a tratar de entender qué es lo que hicimos los de mi generación con los sueños de vivir en un lugar donde las oportunidades serían mejores para todos, donde la magia estaba en que todos pudieran expresarse desde la palabra o el arte y no desde la omnipotencia y la violencia de "esto me corresponde o esto la sociedad me lo debe", sin haber hecho nada justamente para merecerlo. Aquellos que luchamos para que muchos se llenaran después la boca con "ahora tenemos democracia", aquellos que desde nuestro lugar empujamos para que los tiranos que nos quisieron callar y lobotomizar se tuvieran que ir de forma más rápida (no nos engañemos, que sin la derrota de Malvinas y la irreparable pérdida de vidas físicas y psíquicas de parte de una generación que fue mandada a luchar solo para que, si se ganaba la guerra, los milicos se quedaran más tiempo en el poder), ahora deambulamos en un mar de dudas y melancolía por los sueños no cumplidos y las mentiras mal paridas de aquellos que pusimos en sus sillones de poder desde nuestro voto.
Y sí, llego a mis 44 años, con la mitad de la fuerza que tenía a mis 22, pero supliéndola con la experiencia que la vida me fue dando para todavía sentirme entero y de nuevo con ganas de hacer algo para que las cosas cambien.